domingo, 30 de diciembre de 2007

Para tí

Un poco cursi, pero así quedó y ya no hay nada que hacer. Algunos renglones para tus ojos, de parte de este oxidado chacal.

traes a casa contigo
la mitad de mi vida.
con el sonido de las hojas,
dejas tu paz en pequeñas huellas.
Hacen falta en mi claustro tus flores.
Sol diminuto, gota de ámbar,
estrella transmutada en mujer,
hay noches larguísimas
que llevan tu nombre tatuado.
Divino beso,
un trago de cielo,
vienes a casa trayendo
la carga de mis sueños;
borras con tus pasos
la senda de mi infortunio,
bebo febril de tus manantiales.
Me arropas,
buscas mis heridas
invisibles,
mientras me brindas
el beso agridulce
de tus licores.
De siempre me conoces,
soy ante tus ojos
un chacal oxidado,
un rancio mendigo,
la oveja negra
asesinada.
Descubres mi desnudez,
me devoras y das a luz
en un solo abrazo,
y ahí,
entre la tempestad
de tu cabello,
naufrago apacible
sin desear jamás
divisar puerto.

sábado, 15 de diciembre de 2007

El sueño de un marihuano

Un miedo rasposo
como guadaña
mil y una noches
a la deriva,
encadenado a un madero
podrido.
lejos de la bendición de la madre.
Entre cerdos y anguilas,
arrastrarse a ciegas en el
fango pestilente.
En medio de la noche,
una muralla
frente al infinito,
a medio pársec
de ningún lugar.
La guadaña suda su frío,
un temor ancestral
acaricia la espina,
el tibio aliento de la muerte
te cuenta en susurros
tu destino al oído.
Buda,escúdame.
Jesucristo, escúchame.
Mahavira, mis pies se han vuelto polvo
y la muralla se ha desmoronado.
Es tiempo de volver al onírico foso,
donde nadan mariposas y cadáveres.
Padre solar, ¿sabrás socorrerme?

Viaje

vago
triste e inmundo,
la cerveza barata
es mi compañera de viaje.
Una tarde color plomo.
Viento oxidado,
herrumbre,
cactos a la merced solar,
naufragio al fondo
del barranco.
soy un loco tocando
canciones de protesta
en el desierto.
Un abismo cruel es profetizado.
Crípticos mensajes en botellas
arrojados,lentamente,
a la marea.
¿Será eterno mi destierro?
Bivalvos,
espuma nacarada,
erizos.
Un despeñadero lejano
donde reptan
los musgos ermitaños.
Querida mía, te he estado soñando.
Mosaicos desgastados,
sal,
la gigantesca soledad de tu ausencia.
Una bandada de loros corta el cielo.
Después de siete días viene el regreso.
De rodillas.
Padre, he pecado.
Madre, te he extrañado.
Querida, traje para tí
los sueños que me dibujaste,
y mis manos
hambrientas de tus manos.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Derrumbe

Guardo mis ruinas en el bolsillo,
ante tí, como un perro famélico,
no hay nada qué decir,
no hay qué hacer,
no tengo nada que darte ni puedes alimentarme,
mucho menos darme a probar tu medicina de olvido.
Sigo enmarañando espejismos,
escarbando por mis huesos,
queriendo ponerlos a tus pies de ninfa.
Todavía ciertas noches
oigo tu nombre en mis ladridos.
Aquél retrato ya sólo
es espejo de tu ausencia,
sueños en blanco y negro,
tu mirada lo abarca todo.
Los viejos espectros arriban,
son mis huéspedes permanentes.
Se toman mi vino,
roen mis cartílagos,
y yo nada puedo hacer
con la garganta rota
y los colmillos podridos.

martes, 4 de diciembre de 2007

Pérdida

Al final de nuestro derrumbe
sólo quedaron cadáveres,
osamentas derruidas
que siguen pesando a mis espaldas.
Un puñado de arcilla.
Decoro mis aposentos
con máscaras rotas.
Se burlan.
Me hieren.
Saben a lo que han venido
y no hallarán reposo
hasta verme bajo la avalancha.
Cuatro paredes y sólo hay desesperación.
El derrumbe se ha llevado todo,
y al final sólo quedaron
miles de recuerdos secándose al sol;
y ahora, una neblina
implacable,
cabalgando con la derrota por estandarte,
termina por sepultarlo todo
con sus cascos de hembra.
No hay brazos de madre que
curen desolación,
ni lluvia clemente que barra
mis despojos.
Quédate con todo, miseria,
esta mano tú la ganas.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Decepción

te regalo mi derrota,
te la pongo en un papel
con mis letras de rendición.
Esta última batalla ha sido
la peor,
me basta mirarte a los ojos
para saberme vencido,
despojado.
Y ahora no hay quien cure
mis manos.
Ahora sólo quedan recuerdos polvorientos
y manchas de soledad por todo el cuarto.
Te regalo mi rutina,
mis ganas de no ser nada,
mis sábados aburridos,
los lunes color tristeza.
Por favor guárdamelos,
al fin y al cabo
es lo único que me queda,
y esas estúpidas manchas,
que se adueñan poco a poco
de todo.
Ahora lo entiendo.
Puedo escribirte un millón de cosas
más,
décimas,
sonetos,
redondillas,
toda esa basura,
pero jamás me querrás.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Insistencia

despacio devoro el tiempo
a la espera de tu fulgor,
masticando amargas hierbas.
Son demasiada espera las tinieblas.
Al oscuro señor miríadas de plegarias,
alucinando tus hombros de paloma.
¿Vendrás alguna vez a medir
mis abismos,
o me quedaré durante eones
calculando
la eterna paralaje de tu ausencia?
Perdido entre alimañas roedoras
y tu insondable amor, lejano
como la verdad de Dios.
Es una eternidad de infortunio.
Es un camino de navajas.
Es naufragar en el Estigia
una y otra vez,
a la espera de tu fulgor.
¿Te quedarás alguna noche a cenar
para anestesiar mi derrota,
o por el contrario,
volverás en tu cometa
al cielo azul que te ha engendrado?

Un sándwich


¿a poco no era guapa Carolyn Jones?

Como ya es costumbre ando un poco crudo esta madrugada. El sueño se me espantó y quise escribirle a esa morrita un par de versos pero me dió weba y mejor me puse a ver la tv. Me gusta decir tv por que "tele" suena muy estúpida. No como acróbata y panorama, que son palabras chingonas. Estaban pasando episodios (viejísimos) de The Addams Family. Esa Morticia es un bomboncito. Elegante y exótica, una combinación ganadora. Lo malo de la cruda es que me da mucha hambre. ¿Un sándwich a las 4 de la mañana será desayuno, o cena? Vale madre, me hago uno de queso y lo bajo con una taza de agua de limón rayado. Chido.
A veces me pasa que me despierto con una canción en la mente. A veces ni siquiera es de un grupo que me gusta, pero ahí la traigo resonando en mi cráneo. Esta vez me pasó con la de Tornasol, de La Gusana Ciega. No está del todo mal, pero estaría mejor si no fuera de una banda tan pendeja y maricona. Eso de hacer un video con copias chafas de Barbie es muy, pero muy puto. En fin.
Quiero y no quiero empezar a poner algunos ejercicios de poesía que he realizado. No me gusta decirles poemas, eso de decir "Soy poeta" o "Mis poemas" suena putísimo. Prefiero escritos o algo similar, porque cuando te dicen que un cabrón escribe poesía luego luego piensas en que es un vato cursi, sentimentaloide y mamón. Mejor escritos.
Estaba rico el sándwich. Eso me recuerda que hoy juegan las poderosas Chivas contra las yeguas del Atlante.
Vamos Superchivas!



sábado, 24 de noviembre de 2007

Fumar




No recuerdo dónde lo leí o en qué película lo dijeron, pero dicen que el fumar es para gente cobarde. Gente que quisiera morir pero no se atreven a hacerlo de una buena vez, y prefieren morir de a poco. Suena radical, pero he de confesar que muchas veces me he sentido dentro de ese grupito nefasto. No siempre, claro, sólo en algunas madrugadas y cuando me siento muy solo. Cuando recuerdo lo monótona que es la existencia. Los domingos por la tarde. Algunas veces al despertar. No es un bonito pensamiento. No es agradable tener veinte años y pensar que eres un fracasado, que siempre desilusionas a la gente y que en todo lo que has intentado has fallado. No es agradable que te pregunten cómo te defines en una palabra y contestar
Errático; aunque pensándolo bien es una pendejada tratar de definirte en un solo vocablo. Además de errático soy perezoso, cínico, malhablado, desordenado, impaciente, glotón, astigmático y, si seguimos la contundente frase referente a los fumadores, también soy cobarde. Es la 1:42 de la madrugada. Estoy oyendo a Calexico y el disco es el Garden Ruin. Me acabo de fumar otro pinche cigarro y me siento mal, muy mal. No por el cigarro, sino por las pendejadas que traigo en el cerebro. Quería escuchar a Richard Hawley pero la carpeta con sus rolas está en la notebook y me da una flojera inmensa encenderla. Anda muy pendeja. Bien dicen que todo se parece a su dueño. Estoy platicando con un amigo acerca de las palabras horribles y las chidas. En las chidas están Putada, Guanábana y Desovar, en las espantosas Concientizar, Concatenar y Trusa. Las dos primeras espantosas suenan a una persona idiota tratando de parecer inteligente, será que por eso a los políticos les fascinan, como también les fascina mamarle la verga a sus superiores y meterle el dedo al pueblo pendejo e incauto. A todos los políticos este errático blogger les manda una patada en los testículos y en el cerebro, y les desea que se vayan a la puritita casa de la chingada y que en el camino un negro mamadísimo se los coja. A todos. Pinches ratas.

el Tang de mango




Con la novedad de que ando un poco crudo, pero me vale madre. Todos los que se quejan de la cruda son unos pendejos, niños llorones. Si no aguantan las pinches consecuencias pa' que toman. Tan chingón que es andar crudo y sentir que todo vale verga, que eres un pinche despojo, y pensar, pensar en todo lo que te aqueja y verlo desde otra óptica. A veces hasta le encuentras solución a tus pendejadas. Es como el viejo koan del collar del tigre. Lo que me gusta de echar la chela es que todos mis hábitos se alteran, y ando por ahí con nuevas sensaciones y pensamientos. Mis hábitos de niño mimado convencional clasemediero se van a la verga y me quedo viendo la tv a las 4 de la mañana. ¿Has visto alguna vez la tv a las 4 de la mañana? Pasan puras chingaderas. Más que las habituales. Será por que a esa hora la audiencia son sólo ebrios, gente deprimida, sujetos crudos y cabrones que se desvelan a lo pendejo. Lo malo es que cuando veo la tv me da hambre, y a estas horas de la madrugada no hay nada abierto, sólo el Piticó del ADO pero ni a madres voy a ir hasta allá. Ojalá el pinche McDonald's estuviera abierto toda la noche, y ojalá en las mañanas no vendieran esos desayunos culeros. Cuando estoy crudo se me antojan esas burgers. Hace rato tuve un sueño bien cagado. Soñé que la morra que me gusta estaba sentada en mi sala viendo un puto documental del Discovery y me decía -¿Otra vez pedo?-y me empezaba a regañar pero me valía madre, me iba a la cocina y sacaba la licuadora. De la despensa agarraba un Tang de mango y le echaba agua a la pinche licuadora junto con el Tang. Primera velocidad. Run run. Pinches grumitos del Tang no desaparecían. Segunda velocidad, run ruuuuun. Luego recuerdo que le echaba Squirt para que desaparecieran los grumitos, y ya quedaba chido y le decía a la morrita
-¿No quieres?
y se me quedaba viendo con sus hermosos ojos cafés y me decía
-No, gracias.
y le cambiaba al E!.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Me atrapa el Kipple


Bretodeau región 4 busca mujer que tenga algo de Amélie en las venas


Un día gris, de esos en que te despiertas y sientes que todo vale para pura verga, y a veces ni tanto. De ésos en que lo único que quieres es quedarte quieto y callado y que nadie te pregunte ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal?
por que no te gusta preocupar a la gente, no te gusta dar lástima y por que te das cuenta de que eres tan patético que la gente sólo piensa en tí cuando te ven jodido, cuando creen que estás triste y no dices las mismas pendejadas a las que se han acostumbrado. Cuando te vuelves tan pero tan gris terminas por volverte invisible. Ya me ha pasado. Después de que la gente piensa "A ese cabrón hay que mandarlo a la verga, si no quiere decirnos qué tiene que se chingue" terminan por voltearse y entonces ya no eres nada, sólo un tipo solitario (que en estos tiempos siginifca ser un perdedor) al fondo del salón o de la oficina que se la pasa serio, serio. Pero ser invisible tiene sus ventajas. Te das cuenta de un montón de cosas que los demás, clavados en su desmadre particular no notan. Ahí tienes a la más bella del lugar rascándose la nariz o haciendo gestos pendejos cuando cree que nadie la ve. Adviertes la cara de fastidio del profesor como pensando "Pinches simios ignorantes". Las muecas ridículas que hacen tus amigos, el sonido atronador de las aspas del ventilador y de las persianas al ser jaladas. El tiempo corre muy despacio cuando eres invisible, y todo es perfectamente gris y aburrido. Este día miré hacia los cerros y las nubes se deslizaban graciosamente sobre ellos. Era tan bello que parecía un wallpaper. A veces dan ganas de mandar todo a la chingada. Irse, lejos, muy lejos. Quizás a París a comerse un quesito y tomar buen vino cerca de la Torre Eiffel. Pero dicen que películas como Amélie idealizan a la Ciudad Luz, que esa pinche ciudad es una urbe caótica, nada que ver con la imagen romántica que tenemos la mayoría sobre ella. A mí no me consta, jamás he salido de este país de cagada. Espero poder ir alguna vez, a ver si encuentro a una Amélie que me alegre el día.

Soy la pulga que sueña con comprarse un perro

Este relato ya lo había puesto en mi blog de música, pero ahí entra puro melómano que no le gusta leer XD, así que mejor lo paso para acá.

Cuando abordé el taxi me llamó por mi nombre. Así nada más, con la naturalidad de alguien que te comenta que hace calor. Me sorprendí todavía más cuando me dijo

-No has cambiado nada, sigues igual que en la preparatoria.
Y volteó otra vez a mirar el camino frente a él, con esa expresión de ausencia que tienen los que ya llevan muchas millas en el kilometraje.
Miré su gafete, su rostro y su nombre no me decían nada. Era un extraño, una de esas personas que te topas en la calle y que jamás volteas a ver. Alguien como tú y como yo. Pero aquí viene lo sorprendente, cómo un perfecto desconocido de repente se vuelve parte de tu mente, de tus recuerdos sin que te des cuenta, tranquila y silenciosamente, como un asesino profesional que entra a tu casa buscando tu cabeza.
-Por que te llamas así, ¿o no?
-Disculpa, pero no te conozco, es más, estoy completamente seguro de que jamás te había visto.
Y se rió, mostrando unos dientes amarillos por la nicotina y una amalgama en una muela del juicio. Sucio cabrón, de seguro nunca te lavabas la boca.
-¿Recuerdas a Paula, tu amiguísima de la prepa?
Cuando súbitamente recuerdas algo que habías olvidado durante mucho tiempo sientes como un frío pequeñito, un frío extraño te recorre la columna. Sea importante o no, sea la olla con agua que dejaste sobre la estufa, una canción de la infancia, o un amor loco que creías sepultado, esa rara sensación te invade y como llega se va, dejándote solo con tu marejada de recuerdos.
Como carajos no iba a recordar a Paula, si ella es y será mi amor platónico. Desde la prepa, siempre soñé con acostarme con ella. Paula, el sólo recordar su nombre me pone la piel de gallina y me para la verga. Siempre quise que fuera mi novia, aunque fuera sólo un día en que la llevara al cine, un fin de semana en que nos comiéramos un helado y luego fuéramos a nadar, o una sola semana al cabo de la cual quizás ella terminaría harta de mí. Un beso, un ratito de Paula era lo que deseaba, lamerle los pezones, dibujar en su antebrazo garabatos y besarle detrás de la oreja, ¿acaso pedía demasiado? No, pero eso no lo entienden las mujeres, y menos las que son como Paula. Por eso mismo su recuerdo siempre lo había traído arponeando mi mente, y por eso mismo había decidido sepultarla en algún rincón de mi memoria, cerca de los golpes de mi padre y las lágrimas de mamá, cosas todas ellas que me desbaratan, que me tiran al suelo y me patean el paladar.
Contesté que sí, después de haberme dado un chapuzón en mis recuerdos.
-Pues yo soy su novio, llevamos casi cinco años y en tres meses nos vamos a casar.No sabes lo feliz que me hace sentir. Si quieres le diré que te mande una invitación, con todos los preparativos seguramente se le olvidó mandarte una a tí.
Me sentí como Artie Ziff frente a Homero. Conocer al cabrón que se coje a la mujer de tus sueños es demoledor, es como una patada en los testículos, de esas que hasta te sacan el aire y te aflojan la mierda, lo malo es que esa sensación no se quita haciendo sentadillas ni estirando las piernas, esa se queda más tiempo, como un agujero en el estómago, como un rayón en tu coche nuevo, algo pequeño y vago que te hace sentir mal. ¿Que cómo sé que él se la coje? Fácil, ella misma una vez me lo comentó, y todo derivó de una conversación acerca de su ropa íntima. No daré más detalles, sólo que ese día en que me enteré que su novio se la cojía me sentí mal, con la misma sensación de tener un hueco en el estómago y otro en el cerebro. Pero esto era diferente, muy diferente, como si conocer de frente al güey en cuestión fuera cien veces más perturbador que imaginarlo.
-¿ Y cómo es que me conoces?
-Muy fácil mano, ví tu foto con tu nombre en su anuario de la prepa. Te juro que estás igualito, a pesar de la barba y el cabello largo. Ella me ha dicho que eras un buen amigo suyo, y de tanto que me platica de tí y sus amigos de la prepa hasta se me han hecho simpáticos.
Todo eso con una sonrisa enorme entre ojeada y ojeada a la carretera. Homero Simpson conduciendo a Artie Ziff por el boulevard.
-Así como me ves yo nada más estoy de taxista para apoyarme con los gastos de la boda, de día trabajo en una empresa telefónica,y Paula en un banco, ahí la llevamos.
Sonriendo, siempre sonriendo, con la boca que mi Paula adora besar y sus dientes de nicotina. Le indiqué por dónde debía avanzar. Le pagué exacto y bajé del taxi.
-Le diré a Paula que te mande una invitación, se pondrá muy feliz de saber que me encontré a su mejor amigo.Cuídate y hasta luego- me dijo desde la ventanilla. Arrancó dejando tras de sí una voluta de humo, y a un tipo de camisa arrugada con sus pendejos recuerdos de preparatoria revoloteando como buitres a su alrededor.Esa noche no pude dormir.
Semana y media más tarde la amable cartera tocó a mi puerta. Me entregó un sobre color paja con las iniciales manuscritas E y P.
El día de la boda me quedé en casa, preparé pan tostado con mermelada y me senté a escuchar a Mähler. Es lo que hago para olvidar, ¿ y tú?

La primera




Ya estoy grandecito como para estar escribiendo estas pendejadas.
Hoy me uno a la legión de bloggers que escriben sus vivencias e ideas idiotas para ver
cuántos bloggers igual de ociosos las leen, bueno y la gente común que sí tiene vida
fuera de las computadoras. No como uno.
El internet es mi hobbie. Hobbie es una palabra estúpida. Pero me gusta ser pendejamente contradictorio.
También la música pero sólo escucharla y bajarla de la red. Un día intenté tocar la guitarra
y he de decir que soy tan bueno con ella como un pingüino jugando a los bolos. Todas las pinches canciones que me sabía ya se me olvidaron, y eso que no eran composiciones de Isaac Albéniz ni nada por el estilo. Sólo
canciones de borrachos y rondallas baratas, y de las que te piden las morras débiles-mentales
pero que por lo regular siempre son guapas. Lo grande se va, queda lo pequeño, como dijera ese librito chino que espero algún día poder leer para ver si es cierto que puedes conocer el futuro en él. Bueno, aunque el mío no es tan difícil predecirlo, ya que se limita a jugar videojuegos, masturbarme, comer y cagar. Y estar en internet.
Nunca faltan los profesores idiotas en el bachillerato. Casi siempre son psicólogos o psicoterapeutas (a ellos les gusta hacer esa división pendeja entre ellos, como si eso les disminuyera el grado de mongolismo a unos para sumárselo a los otros. Para mí todos los psicólogos son unos retardados que creen que pueden leer la mente.) que te dicen "¿Cuál es tu plan de vida? ¿Qué es lo que quieres ser?! y pobre de tí si les dices lo que realmente quieres, por que entonces te consideran un pospuberto pendejo, wannabe de rebelde y cerebro de cagada. En mi caso cojerme a muchas bellas mujeres, escuchar buena música y jugar videojuegos me parece un buen plan de vida, pero a esos sucios bastardos convencionales no, y quieren que pongas idioteces del tipo "Ser un buen profesionista, superarme como persona y formar una familia sólida". Crap. Gigantic crap.
Crap es una palabra estúpida. Suena como a Crab, que es algo que bien preparado sabe delicioso.
Hay gente pendeja que cree que los mariscos son afrodisíacos. Hay gente todavía más pendeja que cree que comiéndolos va a ser un amante tipo John Holmes o si son mujeres como Marilyn Monroe. Este tipo de simios imbéciles me da asco. Son el mismo tipo de persona que le dice a sus hijos que si se masturban les saldrán pelos en la mano, o a sus hijas que si cojen con un cabrón se les va a ensanchar la cadera o se van a quedar charras.
En serio que hay gente estúpida. Es una de las razones por las que México apesta.